...Solo en el bosque, cuando la noche cae y las sombras engullen los contornos, las formas antes hermosas, se tornan temibles y peligrosas. Entonces, criaturas nocturnas invaden hasta los más oscuros y escarpados rincones en busca de alimento...
A veces basta un pequeño ruido para inquietar incluso al más valiente. Y si sobre una roca cercana un lobo solitario le aulla a la luna llena, se le puede helar la sangre, mientras sin duda alguna un escalofrío le recorrerá la espalda y lo podría paralizar.
Aunque el hombre acostumbrado a ser el cazador, quizás intuye que ahí puede ser la presa y el instinto de supervivencia se alerta. El temor se apodera del pensamiento. Algunos solamente atinan a encomendarse al cielo y rezar.
Ir solo, puede ser una experiencia inolvidable... |