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jueves, 20 de octubre de 2011

"Amor Sin Esperanza"


Despierto (si es que me duermo)
y en ti yo pienso un buen rato:
en algo que pasamos juntos,
aún es tiempo cercano.

No puedo olvidarte amor,
ni siquiera lo he intentado.
Te busco en algún recuerdo
y ahí me quedo enredado.

Creí que lo nuestro era eterno
como las hojas perennes,
y ahora que no te tengo:
lo único que quiero es verte.

Me pregunto tantas cosas,
en todo estaba equivocado,
por qué tuve que perderte,
por qué no estás a mi lado.  

En dónde guardo los besos,
aquellos que no te he dado
y de tanto que te deseo
en mí se han acumulado.

A dónde se va el cariño
cuando el amor se ha acabado.
O se ha perdido como un niño
y lloras por encontrarlo.

Aquel dolor no se calma,
se apretuja como un piño
que va presionando el alma
con desdicha y desconsuelo.

Todavía te quiero tanto,
todavía estoy de duelo.
Si tan sólo tuviera alguno
de tus besos que yo anhelo.

Pero, cómo regresar el tiempo
cuándo ya no queda nada.
Cómo puedo recuperarte
si he perdido la confianza.

Dónde están las golondrinas
que volaban nuestra casa.
Ahora por qué la brisa
ya no entra en mi ventana.

Y se fueron las mariposas
de las flores que brotaban,
las que se marchitaron
sin la luz de tu mirada.

Se secó todo el jardín
que tu fragancia regaba
y se fue también tu risa,
que mi vida iluminaba.

También se apagó el sol
ahora que no me amas.
Me pierdo entre las nubes
que llueven sobre mi alma.

Y el brillo de las estrellas,
que se tornaron lejanas,
opacas y no tan bellas,
porque ya no las mirabas.

Si hasta la luz de la luna,
porque los ojos cerraste,
es tenue tras esa bruma
y permanece menguante.

Cuando nuestro amor infinito
herido se destrozaba.
Tan sólo quedé en silencio
no supe decir palabra.

Se agotaron ya las lagrimas
de mis ojos emanadas,
perforados por la pena,
eran torrentes de lava.

Cómo recupero tu amor
si para mí no queda nada.
tan sólo queda dolor,
desdicha y desesperanza.

En dónde escondo este miedo
a la soledad que me aplasta.
Porque no te veré más
si aún me haces tanta falta.

Y yo pretendo que la noche
conviva con la mañana.
Si apenas algo se encuentran
cuando es de madrugada.

Tú fuiste mi vida entera
tú eres mi bien amada,
Debo resignarme –amor--
para mí no hay esperanza…