Sensaciones y emociones encontradas
se sienten con cada palpitar del corazón,
mientras arriesga su propia corta existencia,
por una falsa tranquilidad y libertad.
Tal vez mal aconsejada, sin que aún lo sepa,
está a punto de cometer el peor delito.
Las consecuencias insospechadas
por decisiones erróneamente tomadas,
cediendo a esos malos consejos,
al qué dirán y al temor.
Un llanto amargo acumulado
en una densa lágrima que nunca emanó:
porque quedó pegada a los ojos secos
de la inocencia emancipada.
La culpabilidad inunda el corazón sangrante,
no hace mucho, alegre y jovial.
La injusticia invade de enajenada
prepotencia a aquel frio lugar impropio.
Confusos espasmos, trémulos de estupor,
se confunden con la respiración agitada
de la que allí yace, sola y abrumada.
Mientras unas gotas de sangre inundan el algodón
saturándolo de un rojo indescriptible.
arrepentirse era la última opción de vida,
se ha llegado a un punto de no retorno,
las gotas son un torrente
y ya es inútil no hacerlo…
Sangre pulcra de un inocente,
incomprensible y vilmente derramada:
un grito silencioso que se escuchó
en ninguna parte, plasmado en la nada,
impreso en la indolencia de la tortura.
Un clamor primario e instintivo se va apagando,
pero aún así el indefenso, herido fatalmente,
reptó en el líquido protector
y logró escabullirse varias veces,
pero, no tuvo ninguna oportunidad
y finalmente el escape fue imposible.
Al tiempo que fue atrapado
y junto con su mudo grito de agonía,
una voz que no escuchó,
dijo con satisfacción, casi con alegría:
“ ¡¡ YA, LO TENGO… !! “
..................................
Sin piedad un futuro latente
para siempre cercenado
con una fría y cruenta muerte,
su vida recién había empezado,
fue despreciada y condenada
de manera brutal y detestable,
sin siquiera un juicio previo,
que señalara cual era su pecado
o al menos lo declarara: ¡¡ culpable !!.
¡¡ Sí, culpable de dañina inocencia !!
¿Ahora quién soñará sus sueños?.
¿quién jugará sus juegos?.
¡¡ Nadie lo hará jamás !!...
se sienten con cada palpitar del corazón,
mientras arriesga su propia corta existencia,
por una falsa tranquilidad y libertad.
Tal vez mal aconsejada, sin que aún lo sepa,
está a punto de cometer el peor delito.
Las consecuencias insospechadas
por decisiones erróneamente tomadas,
cediendo a esos malos consejos,
al qué dirán y al temor.
Un llanto amargo acumulado
en una densa lágrima que nunca emanó:
porque quedó pegada a los ojos secos
de la inocencia emancipada.
La culpabilidad inunda el corazón sangrante,
no hace mucho, alegre y jovial.
La injusticia invade de enajenada
prepotencia a aquel frio lugar impropio.
Confusos espasmos, trémulos de estupor,
se confunden con la respiración agitada
de la que allí yace, sola y abrumada.
Mientras unas gotas de sangre inundan el algodón
saturándolo de un rojo indescriptible.
arrepentirse era la última opción de vida,
se ha llegado a un punto de no retorno,
las gotas son un torrente
y ya es inútil no hacerlo…
Sangre pulcra de un inocente,
incomprensible y vilmente derramada:
un grito silencioso que se escuchó
en ninguna parte, plasmado en la nada,
impreso en la indolencia de la tortura.
Un clamor primario e instintivo se va apagando,
pero aún así el indefenso, herido fatalmente,
reptó en el líquido protector
y logró escabullirse varias veces,
pero, no tuvo ninguna oportunidad
y finalmente el escape fue imposible.
Al tiempo que fue atrapado
y junto con su mudo grito de agonía,
una voz que no escuchó,
dijo con satisfacción, casi con alegría:
“ ¡¡ YA, LO TENGO… !! “
..................................
Sin piedad un futuro latente
para siempre cercenado
con una fría y cruenta muerte,
su vida recién había empezado,
fue despreciada y condenada
de manera brutal y detestable,
sin siquiera un juicio previo,
que señalara cual era su pecado
o al menos lo declarara: ¡¡ culpable !!.
¡¡ Sí, culpable de dañina inocencia !!
¿Ahora quién soñará sus sueños?.
¿quién jugará sus juegos?.
¡¡ Nadie lo hará jamás !!...