de la casa vecina,
la del portón
verde
en frente a la
capilla.
Recuerdo aquel
árbol
con el
grueso tronco
plantado en la
esquina,
que nos ocultaba
cuando te besaba
en la despedida.
Te ibas corriendo
y en el portón
parabas,
me tirabas un beso
y una tierna
mirada,
movías tu mano
y a tu casa
entrabas.
Pronto yo verte
tan sólo quería,
la espera era
eterna,
aunque no pasaba
ni siquiera un
día.
Después nos
casamos
muchachita mía,
se llenó de gente
toda la capilla,
cerca de aquel
árbol
plantado en la
esquina.
En tu portón verde
fue que nos
tomamos
la fotografía
antes de
marcharnos
(el arroz caía).
¡¡ Estábamos
felices !!
--y lo fuimos
después--
eras la alegría
dentro de mi ser.
Lo recuerdo todo
--tal si fuera
ayer—
la noche de boda,
la luna de miel:
¡¡ fue una
maravilla…!!
La pasamos bien,
fue una buena vida
y también
formamos
--junto a nuestros
hijos--
una gran familia.
Ya te extraño
tanto,
hoy fue tu
partida.
Todos te lloraban,
eras muy querida.
Te veías tan
dulce,
tan inmaculada
parecías dormida
sobre nuestra
cama.
Y yo de rodillas
tu mano besaba.
Tu cuerpo reposa,
espera otra vida,
eres mariposa…
fuiste sólo mía
y eras para mí,
la flor más
preciosa.
Yo siempre te
quise,
yo siempre te amé,
como a aquella
niña
que fuiste una
vez.
Te amo todavía
Te amo todavía
y siempre lo
haré...
Aunque tu ida
no fue inesperada
no hubo despedida,
tú estás en mi
alma.
Te has ido
primero,
pero estoy seguro
--amor de mi
vida--
pronto nos
veremos…
Ya no queda mucho
y no me cabe duda,
estaremos juntos,
porque a los 90
el tiempo termina
y ya casi ni
cuenta…
¡ Me estarás
esperando !
¿ Cierto niña mía
?
la del portón
verde
cerca de la
esquina
junto al viejo
árbol,
frente a la
capilla.