En la
tenue luz que refleja
tu
terso rostro levemente sonrojado,
se
asoma tu fresco candor
de capullo
de flor silvestre
que
recién brota a la vida,
alzando
el vuelo
y revelando
el inicio
de tu
despertar primaveral.
En
tus bellos ojos
se
quedó dormido un claro de cielo
y tu
tierna mirada,
revela
la inocente majestuosidad
de tu
alma pura
inmersa
en tu cuerpo lozano.
Las
estrellas burbujeando, chispeantes
se
esparcen en el manto oscuro del firmamento
y la
noche se enciende
con
sus diminutos destellos palpitantes.
La
luna llena aparece furtiva
detrás
de un monte
para
contemplar ansiosa
y
delatar nuestra rural intimidad.
Jugueteando,
como niños inquietos,
revolotean
las luciérnagas
entre
los arboles imperturbables
del
perfumado bosque
y, emulan
en la tierra,
a las
estrellas lejanas,
dándonos
unas gotitas
de
rocío luminoso.
La
suave brisa nos deleita con aromas
a
frutas, a verdor, a pastizales, a yerbas,
a
esencias arbóreas, a flores, a frescura ( a ti ).
Tu
sonrisa fabulosa se abre plena,
brota
perfecta de tu boca en flor.
Por
donde emerge un beso.
Un
beso revoltoso.
Un
beso radiante de alegría
y de
amor gigante.
Amor
que germinó
a
partir de una pequeña semilla originaria
que
trajo deseoso el viento
y se
diseminó en la tierra fértil,
en
donde creció hasta ser un botón
primoroso
y delicado.
Y
esperó pacientemente
su
actual madurez óptima.
Y muy
pronto estallará jubiloso
en un
cúmulo de fragancias
sublimes
y deliciosas…
Y sí,
te amo.
Y si
te amo es porque eres magnífica.
TE
AMO.
Cómo
no amarte,
si
eres mi capullo espléndido
a
punto de explosionar
Y
entonces serás toda para mí.
Tan
sólo para mí.
Porque
yo estoy aquí expectante,
acechando aquel
rico tesoro,
como
un oportunista,
ávido,
egoísta y codicioso.
Un
tramposo y vil truhán
que
espera agazapado, furtivo,
el
grandioso maná del cielo...
...Y
al fin, como el elegido,
recibo
el codiciado premio…
Resulta
tan exquisito como el néctar
que
emanaba etéreo de tu boca en flor.
Y
disfruto de tu suave y dulce elixir.
porque
tu amor también se manifiesta a través de tus besos
sinceros,
cálidos y traviesos.
Besos
de ensueño.
Y yo
recibiendo con enajenada gula
tu
primor, tu manjar, tu ambrosía.
Tu
instinto primario fluyendo intuitivo,
denota la magistral naturaleza,
permitiendo
que sepas
lo
que nadie te ha enseñado.
Me
esculpes con tus labios llenos de besos,
con
tus manos llenas de caricias.
Me
dibujas con ellos y con toda tú.
Mientras
mis ojos obsesivos ni parpadean
para
no perderse detalles de ti.
Cuando
me entregas tu amor generoso,
fresco,
impetuoso e imperecedero.
Mi
corazón palpitante se nutre de tu amor.
Y yo
estoy vehemente, arrebatado.
Todo
en mi es sumergido en el infinito.
De
pronto, me desbordo:
mi mente extasiada se aletarga
mi mente extasiada se aletarga
y cae
en fase transiente,
queda
sometida como en una profunda meditación,
en
estado alfa, en estado de trascendencia,
conectada
al universo.
Irrumpe y me rebasa una sublime
e inefable sensación mística,
e inefable sensación mística,
corpoespiritual,
cósmica.
La que me llena y me vacía.
La que me llena y me vacía.
Deslumbrado,
como en un vaivén,
me
desdoblo y perturbado me veo en ti.
me
pierdo y me encuentro en ti,
me
voy y me vengo en ti.
El
universo entero está en ti...eres tú…
Todo
se sacude, vibra, colapsa y me hago trizas…
Me
quiebro como un recipiente de frágil cristal.
Entonces,
se derraman millares de estrellas vertiginosas
que
se esparcen sigilosas dentro de tu fuente vital
y se
siembran en tu nido propicio.
Un
tumulto de destellos titilan
fuera
de mí y dentro de ti.
Semejante
a las lucecitas brillantes
que
aparecen cuando la arena de una
playa
es
arrastrada por el agua salada,
vestida
de blanca espuma de mar
y,
adornada con reflejos
de
dorados rayos luminosos.
Y
todas esas lucecitas quieren ser soles…
Mientras
un par de somnolientas miradas
penetran
hacia el vacío del cosmos...
Eras
mi capullo formidable
y
ahora eres la gloriosa flor del gozo,
que promete felicidad para siempre…