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domingo, 21 de diciembre de 2014

Verso Esquivo

Te vi… y desde entonces que errante
anda un verso merodeando por mi mente.
Se arrima y aleja.
Se expande y contrae.
Va y viene, en un juego oscilante.
Va fermentando, se pone añejo
burbujea y su balbuceo me desconcierta,
pues no logro asirlo,
sorberlo,
masticarlo,
escribirlo,
concretarlo.
Se muestra y, cuando creo tenerlo,
se disipa.
Escurre por mi pensamiento
y se desvanece.
Quizás deba tocarte…darte un beso…
para al fin atrapar ese esquivo
y pendular verso.
Y si, así y todo, no puedo escribirlo todavía,
al menos, quedaré pensando en ti…
el resto de mi vida.


sábado, 22 de noviembre de 2014

Sigilo

Como un felino me acerco a tu cuerpo cálido y perfecto,
que me hipnotiza y atrae con su magnetismo envolvente.
Sigiloso... tu suave aura inmaculada… toco levemente.
Siento, cerca de mi boca depredadora de tu carne,
tu dulce y fresco aliento
y, puedo oler tu sangre…
que fluye por tu joven y palpitante corazón.
Y un beso es la chispa que inicia el fuego,  
pues mi brisa se hace viento
que lo enciende más y más.
Siento tu carne viva (de presa)
y como cedes a la fiera
el pudor que te apresa,
del que pronto te desprendes
y tu incontenible instinto liberas
y, luego, ya no eres capaz
de negarte a la gula desatada
de mis profanos deseos.
Con Sigilo, me apodero de tu amor,
de la carne de tu adorable cuerpo, de la luna y del sol.
Así, lento y silencioso, te devoro tiernamente…
hasta que acabo… contigo…
y con todo… por un momento…
hasta con el universo.




viernes, 12 de septiembre de 2014

Me Intimidas

Me intimidas cuando me miras.
Me intimidas con tu hermosa cara.
Me intimidas con tus largos silencios.
Me intimidas con tus pocas ganas.

Abusas de tus escasos besos,
de tus ojos y tus bruscos desprecios.
No entiendo el por qué de tu ira.
No entiendo. Me intimidas.

Una lagrima inmensa
empapa mis mejillas
y tu boca se abre amarga
(sabe salvaje y ácida)

Se alimenta de mi dolor,
de mi desgracia.
Siento que decae el amor.
Jamás nos entendemos.

Me intimidas con tus celos.
Me temo que te temo.
Me pregunto en dónde
quedó el amor….…(¿¡qué amor!?)

Me da miedo seguirte amando.
Me intimidas tanto,
quiero alejarme de ti.
Quiero volver a reír.

Me incomoda tu belleza.
Me abruma tu parquedad.
Absorbes mi energía,
me cubres de ansiedad.

Me intimidas con tus manías.
Ya no me quedan fuerzas para soportar.
Mi realidad ya es fatal,
se vuelve absurda y falaz.

Me engaño con tal
de permanecer a tu lado.
Pero, hoy me largo…
Me intimidas y, ya estoy harto.


domingo, 1 de junio de 2014

Mjr Dsnda

Ella desnuda, surge espléndida
contra la penumbra del cuarto
 y, yo perplejo, intento escudriñar
 hasta en el más mínimo detalle
su imagen tentadora...
es una noche en que hasta
 mi sombra se yergue...
y luego, vasto, consigo íntimamente
 admirarla en toda su plenitud... 





lunes, 28 de abril de 2014

Toma Mi Mano

Para servirte de guía
toma mi mano hijo.
Está comenzando tu vida,
que se abre como en primavera
lo harían las tiernas rosas
de un generoso rosal;
regadas por las gotitas
del rocío matinal,
que al unirse unas a otras
forman un gran caudal.
Un torrente que pareciera emana
desde un copioso manantial
(un manantial de amor)

Toma mi mano hijo
para servirte de guía.
Y así indicarte el camino
--no te dejaré solo:
aunque por ti yo ahora elijo—
cuando crezcas lo harás
por ti mismo.
Podrás buscar el destino
de tu (propia) vida.
Y podrás decidir
como vivirla.
Mientras toma mi mano
para servirte de guía.

Cuando ya haya pasado el tiempo,
tal vez, tu mano tomará la mía
para ayudarme avanzar,
porque yo estaré más lento
y, a veces, solo no podré andar.
Quizás, me dejes compartir
contigo algunos de tus momentos
de pena o felicidad.

O quizás, me quieras acompañar
a veces y, me dejes contarte
algún reiterado recuerdo.
Si quieres, también podrás
tomar --entre las tuyas-- mi mano
para ayudarme a cruzar,
de mi vida, el último trecho.

Será porque tú quieras,
(aunque necesitaré tu compañía)
nadie te va a obligar.
(Será un lazo de amor
quien lo decida)
Mientras toma mi mano
para servirte de guía…



domingo, 27 de abril de 2014

A Matar El Tiempo

Nadie se escapa.
Todos somos mortales.
Porque el tiempo nos mata.
Entonces, matemos el tiempo.
Si bien, no nos hacemos inmortales.
Al menos así, no nos moriremos de aburrimiento...

viernes, 28 de marzo de 2014

Me Perdí En Tus Ojos

Te miré y me perdí en tus ojos.
Te encontré en mi corazón
arrullando un sentimiento.
Me sometí a tus antojos
cuando me llenaste de pasión
y poblaste de amor mi tiempo.

viernes, 7 de marzo de 2014

Divina Valentina

Siempre bien vestida
iba Valentina.
Coqueta y divertida
con su  hermosa figura,
de entalle perfecto,
caminaba segura
con la frente en alto,
su belleza juvenil
así iba expresando
un orgullo sutil
y cierta vanidad.

Cuando por la calle
la veían pasar,
los hombres morían
casi de un infarto
con el bamboneo
de su caminar.

Envuelto en sonrisa
iba un devaneo
y con su presumida mirada
clavaba una flecha
que no lastimaba
pero, encendía una mecha
que no se apagaba
con facilidad.

Era de mi barrio,
era mi vecina.
Siempre tan hermosa,
la bella Valentina,
Carita de ángel,
figura divina.

Y en sus lindos labios
una amplia sonrisa.
que por sólo verla
hacía soñar.
(Con esa sonrisa
nos esperanzaba,
porque se leía:
“puede ser, quizás…”)

Joven graciosa y muy atractiva
linda Valentina,
algo atrevida.
Por su simpatía                           
todos la querían
(y sin lugar a dudas,
que los hombres más).

De todo el lugar,
era la admirada,
que todos soñaban
con tenerla un día
y, al darle el anillo,
recibir de ella
un beso sincero
y un “SÍ” ante el altar.

…Pero, un día cualquiera,
ya era pleno invierno,
nunca más te viste,
siempre te recuerdo
(por el aguacero,
ni te despediste).
Y de ti, nadie supo más…

Dicen que te fuiste
con un forastero,
recién conocido
en el viejo bar.
(Yo aún te espero,
deseo que vuelvas)

Me quedé tan triste
al saber que nunca,
en toda mi vida,
volvería a verte
linda Valentina,
--tú, la más preciosa,
la chica divina--
que invadía mis sueños
y me los llenaba
de felicidad.
………………………………..
…Pasaron los años,
iba yo en mi auto,
era tarde, noche
casi madrugada
cuando en una esquina,
lejos de mi barrio
cerca de la playa,
en un signo “PARE”,
parada obligada.

Una mujer, por la ventanilla
asomó su cara,
no era una chiquilla,
su tez estaba ajada.
La reconocí
pero, ella no a mí.
Yo ya no era un niño
y ella, ya no era una dama…

Seguí manejando,
pero en Valentina
me quedé pensando,
porque eso que vi
a mi me hizo sentir
más que un fuerte impacto.
Me sentí infeliz…
Fue el epílogo triste
del último acto
de una mala obra
en un teatro barato.

Repentinamente, desperté llorando…
Fue una pesadilla,
estaba soñando.
Aún así, feliz me sentí,
porque mis recuerdos
sobre Valentina
--que todavía, por cierto,
han permanecido en mi--
quedaban intactos. 



martes, 4 de marzo de 2014

La Vida

“La vida, es apenas una frágil hoja mecida por un tenue susurro de tiempo, que al terminar su leve existencia permite devolver su materia y energía a la fuente cósmica universal. Para así liberar su esencia, que se eleva hacia el encuentro con el Creador". 

domingo, 26 de enero de 2014

Fue Sólo Parte De Un Sueño

De noche tirado en la playa,
aunque no sé si dormía,
tuve un fascinante sueño 
en que, aún con los ojos cerrados,
podía mirar el cielo.
Entre todas las estrellas
su rostro hermoso veía,
parecía hipnotizado.
Ella era tan –tan-- bella
que mi corazón palpitaba
por el amor que sentía,
al verla como bailaba
descalza sobre la arena
--envuelta de cielo y de agua,
bajo la luna llena--
El mar mojó mis pies
con su agua tibia salada,
por esa razón “desperté”
mientras todo se desvanecía.
Las estrellas se apagaron
y nunca más –es una pena—
un sueño igual yo soñé
(aunque en vano, sin embargo,
con frecuencia lo intenté)
Después la vi en otro sueño,
pero ahí ya no era mía.
Ella fue tan sólo parte de un sueño,
pero nunca de mi vida.


Por Eso Te Perdoné

Cometiste un gran error
y quedaste a la deriva.
Sentiste el amor
y rodaste por el mundo.
Te fuiste sin saber
que en la vida
existe el dolor y la traición.
Al poco tiempo de marcharte
ya estabas triste y herida.
Perdiste el rumbo.
Después de caer,
te levantaste.
Volviste.
Triste y herida,
pero volviste.
Estuviste perdida
y me buscaste.
Regresaste.
Te perdoné.
Recuperarte, después de perderte,
fue renacer, después de morir.
Amarte… después de amarte.
Quise olvidarte y fue imposible.
Por eso te perdoné.
Ansioso de verte,
acosado por tu ausencia,
toqué la oscuridad con mis ojos apagados,
cubiertos de amargas lágrimas espesas,
tan abiertos y tan llenos de penumbras:
porque faltabas tú.
Faltaba tu imagen real, tangible.
La que antes fue capturada
y retenida en mis recuerdos,
pero tu imagen se desvanecía,
ondulaba con cada palpitar
de mi angustiado corazón.
Por eso te perdoné.
Necesitaba tu amor.
Tu silueta revoloteando
inquieta dentro de mi cabeza,
tal si fuera una persistente mariposa
en una flor desbordante de polen;
no me permitieron olvidarte.
Por eso te perdoné.
Necesitaba tanto amarte.
Fue volver a nacer.
Sufrí y ahora --contigo—
nuevamente soy feliz.
Por eso te perdoné.