Me
iba del pueblo ese día
y
no iba a regresar.
Rompió
la suerte,
de
pronto, la monotonía,
y entre
mucha gente
yo
te vi pasar,
vestida
de brisa y de manantial.
Agüita
pura de vertiente.
Boquita
rosa coral.
Lucen
tus ojos el cielo
con
su color celestial.
Mi
corazón, en revuelo,
no
cesa de palpitar.
Sintió
el amor que se siente
cuando
se quiere de verdad.
Dame
un besito, querida.
Sólo
un beso y nada más,
para
tenerte en mi vida,
por
si el destino pretende,
que
yo no vuelva jamás
y
aunque sea en mi recuerdo,
yo te podré disfrutar.
Así
que de ti depende
que
no me quiera marchar.
Y
si de mí te enamoras,
siempre
tú me tendrás.
Porque
tus labios hermosos
aquí
me detendrán.
Pues,
lo único que deseo
es
yo poderlos besar.
Derramar el amor que se
vierte
como
agua de manantial.
Agüita
pura de vertiente.
Boquita
rosa coral,
dame
un besito, aliciente,
para quererme quedar.