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miércoles, 25 de marzo de 2015

La Dama Blanca

Te inspira y pronto te elevas,
te atrapa y deja caer.
Dominarla tú pretendes
y quedas postrado a sus pies.

Y cuando quieres dejarla,
al poco tiempo te pierdes.
Le vendes hasta tu alma
y apartarla ya no puedes…

Te sumerge bajo su manto
y va debilitando tu mente,
--es como de la sirena el canto
que te va dejando inconsciente—

Hace que lo olvides todo:
la familia, la voluntad, los valores…
y de cualquier modo,
aún persisten los temores…

Es una “dama” seductora,
"diosa" blanca como la nieve,
tan fina y provocadora,
suave polvo que te envuelve.

La dama blanca te ha convertido
en un enfermo permanente,
que tu vida ha destruido
por un placer efímero y decadente…